Sigo con mis pesquisas para saber qué me bebí aquella tarde del Vega Sicilia "Único" 1969 y hoy puedo reportar un avance.
Con un correcto "gracias por su interés en nuestros vinos", Vega Sicilia me envió la nota de cata que les había solicitado vía mail hace 12 días. Tardaron. Pensé que habían descubierto entre líneas que soy un novato indigno de su atención pero no; aquí la tengo y la comparto tal cual la enviaron:
MARCA: VEGA SICILIA “Único”
AÑADA: 1969
VINÍFERAS:
Atendiendo a las diferentes variedades de uva que se utilizan en su composición, indicamos a continuación el porcentaje más aproximado con que cada una participa en esta cosecha:
TINTO FINO: 85%
CABERNET SAUVIGNON: 5%
MERLOT, MALBEC y ALBILLO 15%
CLIMATOLOGÍA:
INVIERNO: Templado, Pluviometría alta.
PRIMAVERA: Fría, pluviometría media, brotación tardía.
VENDIMIA: Tardía, ciclo corto. Vendimia difícil de gran selección.
CATA:
COLOR: Rojo rubí con ribetes teja.
NARIZ: Después de aireación para eliminar la reducción en botella aparecen notas a frutas tal como fresa o frambuesa con toques de tabaco y mentol.
BOCA: Cuerpo medio pero con amplitud. Vino basado en la persistencia aromática en boca. Grande para una cosecha mediocre.
PRODUCCIÓN:
42.000 botellas bordelesas.
COMERCIALIZACIÓN
Este vino se comercializó en formato de 75 cl. durante 1983.
Lo primero que salta a la vista es que este vino, más que “único” es imposible. 85 por ciento de Fino, 5 por ciento de Sauvignon y 15 por ciento de Merlot, Malbec y Albillo, suman 105 por ciento. ¿Será este su secreto?
El color descrito por la bodega tampoco coincide con el de mi botella. Más que “rojo rubí” yo lo describiría como... tabaco con un ribete blanco muy delgado que me llamó la atención porque, la teoría dice que, entre más viejo el vino, más se separa éste del agua que contiene a la hora de casi acostar la copa.
Las notas a frutas fueron tímidamente perceptibles para mí; el tabaco y el mentol estaban por ahí. También coincido con lo del cuerpo medio (aunque no amplio), así como con la persistencia aromática. Y eso de "grande para una cosecha mediocre" me suena a una frase que de adolescente le escuchaba a las señoras que jugaban tenis en el club. Cada vez que la contrincante fallaba un tiro, se lo echaban en cara con un falso "¡lástima, buen intento!".
Conclusión, o mejor dicho, intuición de un aprendiz: los años y posiblemente el poco cuidado que tuvo la botella apagaron los mejores momentos de este vino, descritos en la nota de cata que me enviaron, pero que encontré a medias.
Por suerte acabo de ver a Rodolfo Gerschman, columnista de vinos en el periódico Reforma y director editorial de la revista Catadores, sentado a dos mesas de donde escribo esto, en el café de la esquina que los fines de semana se convierte en mi oficina callejera.
Puro en mano, Rodolfo primero me ve con un poco de desconfianza, pero la pregunta que le hago parece apetecerle; la respuesta a mí no tanto: "yo lo hubiera vendido", afirma.
Sin embargo sus razones son contundentes. Como lo admite la bodega, no fue un año bueno por lo que el vino quizá no estaba en condiciones de durar tanto tiempo. También me hizo ver que para este vino se utilizó Albillo, una uva blanca poco usual en la elaboración de los Vega Sicilia que quizá se incluyó para darle mayor acidez de modo un tanto artificial. Además, las bodegas españolas comercializan sus vinos cuando éstos están listos para beberse (apunta el tip). En el caso que nos atañe, hace 23 años.
Así llegué al final de este misterio. Bebí un vino excepcional pero no en su mejor momento. No me arrepiento, como sea lo disfruté, fue una experiencia irrepetible (no tanto, aún tengo la segunda botella) y aprendí mucho. Sólo queda por resolver un asunto: ¿A qué sabe un Vega Sicilia Único que se encuentra en su momento preciso para beber? No se preocupen, ya hablé con Emporio Gourmet y me han prometido organizar una cata de Vega Sicilia Único. ¿Quién se apunta?
Últimos comentarios