Cosa extraña; estoy en León Guanajuato, en el restaurante que tres locales me recomendaron como el más típico de la ciudad y estoy comiendo un churrasco con la voz de Gardel como música de fondo.
Desde que supe que tendría que venir a León por razones de trabajo, me entusiasmé con la idea de descubrir la cocina guanajuatense. Qué mejor lugar para ello que la ciudad más próspera del estado, pensé. Pero para mi sorpresa resultó que ya la conocía y que la he degustado infinidad de veces sin saberlo. Todo por haberme dejado llevar por la ridícula idea de que se trataba de comida argentina solo porque en estos restaurantes leonenses, tan populares en el DF, tienen por costumbre colgar retratos de Maradona, presumir murales de la pampa argentina (¿o es que son de la pampa guanajuatense?) y contratar bonaerenses para atender la parrilla.
De hecho, todo parece indicar que la comida típica de esta ciudad la inventaron dos exfutbolistas argentinos que jugaron con el equipo local en los años setenta para después fundar el Rincón Gaucho. Gracias a su legado, los habitantes de esta ciudad consumen vacíos y bifes con la misma naturalidad con la que un yucateco come cochinita pibil.
“Ahí se sirven platillos tradicionales, es el mejor restaurante de León”, comentó una de mis fuentes. “Tiene tanto tiempo que poco a poco han ido sumando platillos de la región”, aseguró otro. Nada más lejos de la realidad... salvo que se hayan referido a las tortillas y chiles toreados que el mesero trajo a la mesa.
No obstante, debo admitir que comí bastante bien, aunque creo que existen mejores restaurantes leonenses en la Ciudad de México.
Pero pongámonos serios. ¿Cómo será entonces la comida tadicional de Guanajuato? Parece que en León no encontraré la respuesta. Quizá la respuesta esté en el excelente restaurante El Bajío de la Ciudad de México. La próxima vez que vaya pediré que me indiquen si algún platillo de la carta es guanajuatense.
El otro restaurante que me recomendaron tanto mis amigos como un taxista, fue el Panteón Taurino, que tampoco tiene nada de regional. Su especialidad son los tacos “de todo” y la ocurrencia de que las mesas simulan ser la lápida de algún extinto torero famoso. Concepto cero apetecible. No cabe duda que la comida y el deporte están íntimamente relacionados en la cultura culinaria leonina.
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